Los vinilos de pared son una maravilla: baratos, fáciles de poner (y de quitar), dan personalidad a la estancia y puedes equivocarte en la elección. Además hay gran cantidad de ellos, a cuál más original. Por ejemplo este vinilo de árbol genealógico, con espacio para insertar las fotos de tus familiares en los cuadros vacíos. Una manera original de olvidarte de los típicos y a veces aburridos marcos de fotos.